Una más del Black Friday

En nuestro editorial de ayer abordábamos la excelente iniciativa nacida en Ciudad del Este y dirigida a consolidar un modelo de escenario comercial
que está siendo replicado con entusiasmo por empresarios de Asunción y entorno urbano.

Hoy queremos extender un poquito más allá el tema y abordar un factor que hemos debido pasar por alto en homenaje a la síntesis: los servicios añadidos al factor venta.

Ciudad del Este hizo algo más que ofrecer gangas y ofertas comerciales a sus visitantes del Black Friday. Los rodeó de comodidades y mimos propios de una sociedad comercial que sabe lo que significa tratar bien a un cliente. En esto, la empresa privada funcionó en alianza casi perfecta con la gestión municipal.

El tránsito en el centro de la ciudad y alrededores brilló por el orden y la comodidad. La municipalidad se propuso, y lo logró, evitar el caos de los estacionamientos descontrolados y caprichosos, con el añadido del riesgo para propietarios y conductores. Para garantizar esta comodidad, habilitó un gigantesco estacionamiento público gratuito en los amplios terrenos de la ex pista de aviación ubicada en forma paralela al lago de la República.

Una buena cantidad de mozos de playa y valet parking se encargaron de
ordenar el estacionamiento y cuidar los vehículos. Lo hicieron tan bien que no se escucharon quejas ni reclamos. Pero eso no es todo. Como el parking estaba un tanto retirado del centro comercial, fueron habilitados minibuses, también gratuitos, que llevaban a los compradores rápidamente hasta el microcentro afectado al frenético “viernes negro”, en realidad, el fin de semana largo comercial más exitoso de la historia de Ciudad del Este.

Una abundante dotación policial se encargó de patrullar calles, avenidas y
centros comerciales y, al parecer, en forma tan eficiente que no hubo mayores
episodios delictivos que reportar, sobre todo teniendo en cuenta que la capital
del Alto Paraná recibió en apenas tres días el equivalente de su población total
en turistas y compradores.

Estos puntos que estamos señalando hablan a las claras de que los organizadores del ya celebérrimo Black Friday pensaron virtualmente en todo. Y esto es signo de que Ciudad del Este tiene una dirigencia empresaria madura, con una enorme capacidad de gestión que está para objetivos mucho más ambiciosos y grandes.

Es también un rotundo mentís a los detractores de Ciudad del Este que insisten
en presentarla como un centro del delito, la falsificación y el fraude.

Prueba de que antes de hablar, juzgar y condenar, es preciso conocer a la
gente por sus acciones y sus frutos.


Fuente: 5días